HIMNO INVITATORIO
LAUDES (Liturgia de las horas)
Desde el 17 de Diciembre hasta el 24
La pena que la tierra soportaba,
a causa del pecado, se ha trocado
en canto que brota jubiloso
en labios de María pronunciado.
El sí de las promesas ha llegado,
la alianza se cumple, poderosa,
el verbo eterno de los cielos
con nuestra débil carne se desposa.
Misterio que sólo la fe alcanza,
María es nuevo templo de la gloria,
rocío matinal, nube que pasa,
luz nueva en presencia misteriosa.
A Dios sea la gloria eternamente,
al Hijo suyo amado Jesucristo,
que quiso nacer para nosotros
y darnos el espíritu divino. Amén
Árboles decorativos y para pesebres
Publicado por Gerardo Calle Velez en 20:41 | martes, 15 de diciembre de 2009ADVIENTO, CELEBRACIÓN DE LA ESPERA DEL SEÑOR
Publicado por Gerardo Calle Velez en 20:10 | Etiquetas: Reflexiones y Terminos lunes, 14 de diciembre de 2009HISTORIA
En los orígenes del Adviento cristiano
Noticias históricas, esparcidas en diversas iglesias especialmente en Occidente, nos permiten deducir el nacimiento de un período de preparación a Navidad ya en torno al siglo VI, poco más o menos en una época posterior al pontificado de León Magno, el gran teólogo de Navidad, que ignora en sus sermones la existencia de este tiempo de preparación.
En España
Un canon del Concilio de Zaragoza, celebrado aproximadamente en los años 380-38l, invita a los fieles a acudir a la asamblea durante las tres semanas que preceden a la fiesta de Epifanía, a partir por tanto del día l7 de diciembre. Los cristianos son invitados a huir de la dispersión de las fiestas paganas de aquellos días, a reunirse en asamblea. Parece que se trata de un período de preparación al sacramento del Bautismo que se celebraba, según el uso oriental, asumido también por España, en la fiesta de la Epifanía que celebraba el Bautismo del Señor. Posteriormente el rito hispánico conocerá un sugestivo tiempo de Adviento con seis semanas de preparación y con una preciosa eucología en sus textos.
En Francia
En un sermón medieval de Adviento del abad Bernón de Reichenau ( + 1048) acerca de la venida del Señor, se cita un texto atribuido a san Hilario de Poitiers ( + 367), en el que el santo doctor invita a los fieles a prepararse al Adviento del Señor con tres semanas de prácticas ascéticas y penitenciales, tal vez como reacción a las fiestas paganas del fin del mes de diciembre. En el siglo V encontramos una especie de cuaresma o tiempo de preparación a la fiesta romana de Navidad del 25 de diciembre, que comienza seis semanas antes. Es la llamada cuaresma de san Martín, que empieza precisamente el día 11de noviembre, fiesta de san Martín de Tours.
En Rávena
Parece que en esta iglesia local, puente entre Oriente y Occidente, la preparación a la fiesta de Navidad tiene un carácter más destacadamente mistérico, con oraciones que se refieren al nacimiento del Señor y a su preparación en el AT. Son testigos de esta tradición tanto los sermones de san Pedro Crisólogo como las oraciones del Rótulo de Rávena. Las oraciones, según algunos autores, revelan el influjo de san Pedro Crisólogo. Esta preparación se orienta a la contemplación del misterio del nacimiento del Señor más que a una serie de prácticas ascéticas, y reviste un carácter más teológico y espiritual que penitencial. En estos textos, tal vez por influjo del Oriente, se habla más del misterio del Verbo Encarnado, de la colaboración de María, de la espera de Zacarías e Isabel, como fruto de una lectura espiritual de los episodios bíblicos que se refieren al nacimiento del Salvador. Algunos textos de esta tradición han sido recuperados en la actual liturgia romana del Adviento.
En Roma
Un efectivo tiempo de Adviento se conoce en Roma solamente hacia el siglo VI. De las seis semanas iniciales, como todavía existen en el rito ambrosiano, se pasa definitivamente, con algunas oscilaciones que registran cinco semanas, a las cuatro definitivas, propuestas por san Gregorio Magno. El carácter escatológico de este tiempo parece que deriva del influjo de san Columbano y de sus monjes y encuentra resonancia en un famoso sermón de San Gregorio Magno sobre Lc 21, 25-33 con ocasión de un terremoto. Así, el tema del último juicio ha caracterizado definitivamente el sentido del primer domingo de Adviento hasta nuestros días. La misma palabra latina adventus, aplicada primitivamente a la venida de un personaje, ha sido asumida por la liturgia como la espera de la venida gloriosa y solemne de Cristo. El paralelismo de las dos venidas de Cristo, que tan fuertemente caracteriza hoy la liturgia de Adviento, es antiguo. La catequesis XVª Cirilo, que la Iglesia propone en el oficio de lecturas del primer Domingo de Adviento, es un testimonio del influjo de este tema en la vida de los cristianos y su orientación espiritual hacia la espera del Señor.
La evolución posterior
En la sucesiva evolución del Adviento durante la edad media, se introducirán elementos típicamente relacionados con el misterio de la Navidad, como por ejemplo: el canto de Rorate coeli desuper y más tarde las antífonas mayores del Magníficat que comienzan con la palabra O, con su hermosa y característica melodía gregoriana.